Henri Focillon nació
en Dijon, Francia el 7 de Septiembre de 1881. Historiador del arte
especialista en la Edad Media. Ejerció como profesor de Historia del
Arte tanto en Francia, en la Universidad de Lyon y en Sorbonne, como en
Estados Unidos, en la Universidad de Yale (New Haven). Fue director del
Museo de Lyon.
Su postulado central, resumen de su visión del arte, desde la naturaleza formal: "la obra de arte sólo existe en cuanto que es forma".
Analiza las formas y sus relaciones entre sí. La obra considerada
resumen de su trabajo es "La vida de las formas", libro publicado en
1934 que incluye el conocido "Èloge de la main" (Elogio de la mano),
Falleció en New Haven, Connecticut en 1943.
Las páginas de Elogio de la mano pueden leerse
como un pequeño tratado en que se autor se explaya sin la urgencia de
arribar al puerto más o menos seguro de alguna demostración.
Esta criatura que pareciera "como al correr de la pluma", implica una reflexión a partir del órgano-instrumento por excelencia, acerca de la condicion humana en cuanto a la búsqueda de la operación por la cratividad.
Esta criatura que pareciera "como al correr de la pluma", implica una reflexión a partir del órgano-instrumento por excelencia, acerca de la condicion humana en cuanto a la búsqueda de la operación por la cratividad.
La mano es entonces excusa o detonante para un desarrollo poético adonde la belleza de la expresión condicione con un alto sentido humanistico de verdadera celebración de lo humano en tanto posibilidad.
La
mano es acción: crea, y a veces se diria que piensa. En reposo, no es
una herramienta sin alma, abandonada sobre la mesa o pendiente a lo
largo del cuerpo: el hábito, el instinto y la voluntad de acción meditan
en ella y hace falta una detenida observación para adivinar el gesto
que irá a hacer.
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