Arq. Bosco Gutiérrez Cortina

El Arq. Gutiérrez narró a detalle la experiencia que marcó su vida en mayo de 1991 de una manera drástica.

“En el secuestro llegué a una situación infrahumana; duré los primeros 15 días ‘tirado’ en el suelo, sin ganas y sin autoestima. Yo no había rezado ordenadamente, hasta que llegó el momento en el cual recé mi primer Rosario. En la vida hay que tener concentración de esfuerzo:

Salud mental – libérate de la angustia.
Salud física – ejercicio y alimentación.
Haz algo – aprovecha el tiempo que es oro.

Reafirmen su fe para creer o no creer, porque en momentos críticos la vida te compromete. Si crees en Dios, debes ser coherente, pero sino crees, dependerá entonces de tus propias fuerzas. Yo divido mi secuestro en dos partes: ‘apostólica’ y ‘escápate’. La primera me hizo pensar que los secuestradores -como sea- son almas equivocadas, pero también valen como personas, entonces les propuse rezar con ellos en Navidad y aceptaron. Ese día, estreché sus manos sin verlos ni escucharlos porque nunca hablaban. Pienso que la felicidad es cuando dejamos que Dios reine en nosotros. La actividad más productiva es la oración ¿Cuántas horas le dedicas a tu propio ser?. En la segunda división (escápate) después de 9 meses encerrado logré escapar… no fue fácil, pero se dio la oportunidad después de estudiar el plan. Cuando volví al ver a mi familia escribí lo siguiente:

Todo es providencia, nada es coincidencia. Todo es para bien y ante sus manos sólo hay ganadores y no perdedores. Dios sabe más y nosotros somos muy limitados. Dios nos pide un abandono de nuestros propios juicios. En esta lucha resumo todo mi secreto y quiero quitar cualquier mérito propio. Estoy convencido de que con ÉL podemos todo y que sin ÉL la más mínima cosa. Cuando no podemos más, nos carga en sus hombros para darnos la libertad. No te olvides de esto. Dios sabe más. Lucha con fe y perseverancia, es hora de responder porque de eso depende nuestra felicidad aquí y en la vida eterna…”

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